«No hay duda en nuestras mentes de que una planta necesita luz y alimento para florecer y que se seca si no se riega. Para estar seguros, no tenemos que entender absolutamente cómo funciona su crecimiento». Esta observación la hizo Roland, un gerente y coach de Suiza oriental. Él continúa: «Con nuestra inteligencia humana, nunca podremos entender a Dios, el todopoderoso Creador. Sin embargo, Dios se reveló a sí mismo a nosotros. Él nos dio los Diez Mandamientos. Jesús, que se hizo hombre, nos anunció el reino de Dios y nos llamó a seguirlo. Aunque muchas preguntas permanecen (todavía) sin respuesta, nos basta con obedecer lo que entendemos. Este es un principio divino que nos ayudará a progresar en nuestro conocimiento».

Es maravilloso y alentador saber que Dios responde personalmente a nuestras dudas, como lo hizo con Tomás.

¡Pon tu confianza en Dios y descubre sus promesas! 

«Mete aquí tu dedo y mira mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado. ¡No seas incrédulo, sino cree!».

le dice Jesús a Tomás en Juan 20, 27b

¡Buenas noticias para los escépticos que son honestos!

Texto de la semana: Juan 20, 24-31