Aun sin darte cuenta, ¡te ha visto! Desde ese encuentro, nunca has salido de su mente. Siempre intenta llamar tu atención, de una forma u otra, pero sin éxito. Estás demasiado ocupado contigo mismo y con tu smartphone. Tu círculo de amigos te consume por completo. Es desesperante…
Pura fantasía, dices. En absoluto, él siente por ti amor en estado puro desde que te vio. Ni siquiera habías nacido y él estaba enamorado de ti. Tu Creador nunca te ha quitado los ojos de encima. Sean cuales sean tus circunstancias, él las conoce. Sus buenos pensamientos sobre ti son constantes. Se interesa por todo lo que haces y quiere compartir la vida contigo. Él sufre al ver las consecuencias de tus malas decisiones. Jesús renunció a sus privilegios y se hizo hombre. Te tiende la mano. ¿No lo ves?
Consejo: habla con tu Creador sobre todas tus preguntas, todas tus frustraciones y todas tus alegrías. Déjate tocar por las palabras que Jesús te dirige a través de la Biblia y dale la oportunidad de derramar su amor, su perdón y su paz en tu corazón.
Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido.
Salmo 139:15
Texto de la semana: 1 Juan 4:7–19