«¡Estoy embarazada!». Estas palabras golpean el corazón del rey. Porque no han salido de su esposa. ¡Nadie debe saberlo! Deja que su general se vaya de permiso a casa, pero el leal soldado no duerme en casa con su esposa. Así que el rey lo pone en primera línea, donde muere. David tal vez piensa que ha tenido suerte, que todo ha acabado bien, pero viene el profeta Natán y lo acusa: «¡Tú eres ese hombre, David!». Ya no puede eludirlo. Sus actos están a la vista y recobra el sentido común.

Mucha gente cree que el hombre nace bueno en sí mismo. Sin embargo, una mirada a los libros de historia reciente y a los periódicos nos muestra cuánta violencia siembra por todas partes.

David confiesa: «En verdad, tú amas al corazón sincero». Admite su culpa, pide perdón y aprende que, si Dios lava su pecado, ¡quedará tan limpio como la nieve recién caída! ¿Hay una bendición mayor que una conciencia limpia?

Aleja de tu vista mis pecados
y borra todas mis maldades.

Salmos 51, 9

¿Cómo se logra una conciencia limpia?

Texto de la semana: Salmos 51, 1-19

Si tienes preguntas sobre Dios o la Biblia, por favor, escríbenos un whatsapp al siguiente
número +34 635 875 923 y te responderemos encantados.