En 1927, el biólogo ruso Ilya Ivanovitch Ivanov realizó un intento de inseminar chimpancés con esperma humano y viceversa. El experimento fracasó estrepitosamente, pero nació el mito. Los científicos hacen sus «juegos» tan tranquilos sin ninguna base jurídica. Esto plantea profundas cuestiones éticas. Pero ¿a quién le interesa realizar y financiar tan costosos «experimentos»?
¿Por qué han llegado a ser aceptables las manipulaciones del patrimonio genético? Con esos juegos e inventos, ¿no estaremos acaso demostrando al Creador que no existe? Intentamos crear vida y no lo conseguimos. Aspiramos a ser como Dios, ¡como nuestros primeros padres! Dios sabe que nuestras necesidades más profundas solo las puede satisfacer plenamente el Espíritu Santo. Su Hijo, Jesucristo, lo dio todo por nosotros. Solo gracias a él podemos disfrutar plenamente de la vida.
¿Y tu relación con Dios?
El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
1 Juan 5:12
Texto de la semana: 1 Juan 5:6–15