El mes pasado me mudé de casa. Me permitieron amueblar mi nuevo piso durante un mes mientras seguía viviendo en el anterior. Mientras tanto, mi ilusión por mi nuevo piso iba en aumento. Planeé, pensé y hablé con amigos sobre cómo podría diseñar y amueblar el nuevo piso. Pasé una tarde tras otra en el nuevo piso, colocando los primeros muebles y soñando con mi futuro hogar.
Pues aquí no tenemos una ciudad permanente, sino que buscamos la ciudad venidera.
Hebreos 13:14
Nuestra vida aquí en la tierra es como una parada en un viaje. Vivimos en este mundo, pero no es nuestro hogar. Todavía vivimos aquí, pero podemos enfocarnos en la eternidad. Nuestro corazón fue creado para la comunión eterna con Dios. Y ahora mismo ya tenemos la oportunidad de comenzar a descubrir esa relación.
¿Cómo te preparas hoy para la eternidad?
Texto de la semana: Mateo 6:19-21