Un equipo de siete escaladores conquistó el Cervino el 14 de julio de 1865. Wymper y los Taugwalder, padre e hijo, fueron los únicos supervivientes del grupo. Volvieron a Zermatt completamente destrozados. Es un drama que sigue asombrándonos. Al mismo tiempo, algunos italianos optaron por subir a la cumbre desde el lado opuesto. Tres días después, lo consiguieron sin ningún problema reseñable. El pueblo de Zermatt estaba de luto tras estas hazañas, mientras que en Cervinia la gente estaba de fiesta.

Este ejemplo es una muestra impresionante de que en este mundo conviven la alegría y el dolor. No sabemos qué pasará mañana. Un día u otro, no sabemos cuándo, nos encontraremos ante el Dios Todopoderoso. ¿Estamos preparados? Es un grave error ignorarlo.

¿Qué lugar le damos a Dios en nuestros planes?

La norma de los justos es apartarse del mal; cuidar la propia conducta es cuidarse uno mismo.

Proverbios 16:17

Texto de la semana: Proverbios 16:16-23