Estoy seguro de que alguien te ha dado alguna vez palabras de ánimo. ¿Pero te ha pasado también lo contrario? Las palabras negativas son más difíciles de digerir, por eso muchas personas mayores hablan de cómo las humillaron, por ejemplo, sus maestros. Después de tanto tiempo, las heridas siguen siendo profundas.
Las palabras tienen impacto. Sin embargo, nosotros decidimos qué hacer con las «semillas» que han sido sembradas en nuestra vida. ¿Aceptamos estas declaraciones como verdad o las rechazamos?
¿Estamos sembrando la verdad? ¿Están nuestras palabras sazonadas con amor y respeto? Lo que decimos y creemos tiene implicaciones que nos afectan.
Es bueno analizar nuestras palabras, corregirlas y rechazar categóricamente cualquier mentira. Sembremos ahora paz, alegría, amor ¡y regocijémonos en la fructífera cosecha que vendrá después!
«Lo que se siembra,
Gálatas 6, 7b
eso mismo se cosecha».
¿Conoces el impacto de tus palabras?
Texto de la semana: Gálatas 6, 1-10
Si tienes preguntas sobre Dios o la Biblia, por favor, escríbenos un whatsapp al siguiente
número +34 635 875 923 y te responderemos encantados.