La tarea de un árbitro en el campo de fútbol es cada vez más difícil. Todos los equipos están tan desesperados por ganar que a veces tienen la tentación de hacerlo incluso rompiendo las reglas. Las reglas están ahí para que los jugadores se atengan a un orden, o incluso para pararles los pies. Las reglas dan la impresión de restringir la libertad, cuando en realidad están para hacer el juego más justo.
Pero no uséis esta libertad para dar rienda suelta a vuestros instintos. Más bien servíos por amor los unos a los otros.
Gálatas 5, 13b
Jesucristo nos trae libertad y justicia al mismo tiempo. En él encontra- mos un hermoso ejemplo de amor al prójimo. Él es nuestro modelo y quien nos forma para una vida en armonía con nuestros semejantes. No basta con nuestras propias fuerzas. Con demasiada facilidad, nos alteramos en el plano emocional. En nuestras relaciones, necesitamos la acción poderosa y limpiadora del perdón de Jesús. El Espíritu Santo nos enseña a tener relaciones más transparentes y honestas.
¿En qué área necesitas todavía formación?
Texto de la semana: Gálatas 5, 13-24