Más de 500 personas vieron con sus propios ojos y atestiguaron que Jesús había resucitado y estaba vivo. Fue con ellos a Betania, los reunió y les mandó que fueran a todas partes y contaran lo que habían vivido. Pero antes debían esperar en Jerusalén hasta que fueran bautizados con el Espíritu Santo. Entonces los bendijo y subió al cielo en una nube. Esto sucedió cuarenta días después de la Pascua, del día de la resurrección. Jesús regresó al cielo. ¡Es la ascensión!
Atónitos, los discípulos miraron al cielo y quedaron asombrados por lo que estaba ocurriendo ante sus propios ojos. De repente aparecieron dos hombres con ropas blancas y les preguntaron: “¿Por qué miráis hacia arriba? ¡Este Jesús que estuvo entre vosotros y que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que le habéis visto ir allá!”. Llenos de gran alegría, volvieron a Jerusalén y alabaron a Dios.
¡La ascensión es esperanza, porque Jesús volverá de la misma manera como se fue! ¡Vive con Jesús y tendrás todas las razones para alabar a Dios! No solo lo hacemos cantando, también podemos alabar a Dios con el corazón, con la voz y las manos, todo depende de la actitud de nuestro corazón.
—Galileos, ¿qué hacéis ahí, mirando al cielo? Este mismo Jesús que estuvo entre vosotros y que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que le habéis visto ir allá.
Hechos 1:11
¿Qué significado tiene Jesús en tu vida?
Texto bíblico para profundizar: Hechos 1:2-12 / Romanos 8:31-38