¿Te resignas?
28. septiembre. 25

A medida que envejecemos, nuestro cuerpo empieza a cambiar. Los músculos empiezan a doler. Nuestro pelo se vuelve gris o blanco. La vista y el oído se debilitan.

Hace tiempo, el apóstol Pablo compartió unas sabias palabras que siguen siendo válidas para nosotros hoy:

Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día.

2 Corintios 4:16

Las secuelas del pecado en el mundo pueden afectarnos físicamente, pero no pueden dañar nuestro espíritu.

Si te estás enfrentando a un diagnóstico grave, te avergüenzas de tu cuerpo o estás agotado por las obligaciones de cada día, no te rindas. Fija tus ojos en el que da la vida. Puede que tu cuerpo sufra dolor, pero Dios seguirá renovando tu espíritu día tras día.

Texto bíblico: 2 Corintios 4

Hakuna Matata

En mi viaje a Tanzania me encontré con Eddy. Me contó la historia de su país. El país de Tanzania...

  • 16. noviembre 2025

No soy un número

En muchos países, cada niño recibe un número de registro de la Seguridad Social al nacer y lo...

  • 16. marzo 2020

Hast du Fragen?

Über die Inhalte oder über eine persönliche Beziehung zu Gott? Nimm Kontakt mit uns auf. Deine Angaben werden absolut vertraulich behandelt.