Uwe es el hijo de los Muller. Tiene cáncer de hígado. A la familia Müller le da miedo preguntar cuánto tiempo le queda de vida. Este ingeniero de desarrollo ha prestado hasta ahora poca atención a la existencia de Dios, pero este tema se ha convertido de repente en un asunto candente. El señor Müller se encuentra con una pareja que ha pasado por las pruebas y adversidades de la vida, pero que saca su fuerza de la fe. Dos de sus tres hijas tienen una enfermedad crónica. Nace una amistad entre ellos. Hablan de Dios, leen la Biblia y oran juntos. Sienten que es bueno experimentar la paz profunda de Dios.

El miedo a la incertidumbre da paso a la confianza en Jesucristo. Juntas, las dos parejas esperan una intervención sobrenatural de Dios. El milagro esperado no llega, pero la paz de Dios está ahí:

«Mira, en vez de amargura, ahora tengo paz. Tú has preservado mi vida de la fosa destructora, porque has perdonado todos mis pecados».

Isaías 38:17

Texto de la semana: Romanos 5,1–11

¿Cómo manejas el dolor?