«No lo olvides nunca: el hecho de que vivas no viene de ti y si respiras no es por una decisión tuya. Nunca lo olvides, el hecho de que estés viviendo es idea de otra persona, y el hecho de que estés respirando es su regalo para ti.
Eres querido, no hijo de la casualidad, ni un capricho de la naturaleza, ya sea que la canción de tu vida la cantes en un tono triste o en uno alegre. Eres un pensamiento de Dios, sumamente ingenioso. Tú eres tú…
Eres el punto clave: sí, tú.
Nunca lo olvides: Nadie piensa, siente y actúa como tú, y nadie sonríe como tú. Nunca lo olvides: nadie ve el cielo como tú, y nadie ha sabido nunca lo que tú sabes.
No lo olvides nunca: nadie más en este mundo tiene tu rostro, y tú eres el único con esos ojos, nunca lo olvides: ¡eres rico, con o sin dinero, porque vives! Nadie vive igual que tú».
© Palabras de la canción «Nunca lo olvides» de Jürgen Werth
Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho.
Salmos 139,14
Texto de la semana: Salmos 139,1–18
Pienso en alguna de las maravillas que ha puesto Dios en mí.