La noche había llegado y los pastores estaban impacientes por ver lo que les anunciaban los ángeles. Algunos corrieron para ser los primeros. Todos estaban supermotivados y no dejaban de pensar, ¿será posible? Bueno, tratándose de un bebé nacido en un establo, no tuvieron reparos. Fueron literalmente corriendo al establo.
Imagino que estarían también sin aliento por esta emocionante historia, ¡que es una historia real!
¿Cómo dejas que te contagie esta alegría?
Y aconteció que cuando los ángeles se apartaron de ellos al cielo, los pastores decían unos a otros: Vayamos ahora a Bet-léhem, y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos manifestó.
Lucas 2:15