Estaban sentados, aburridos, en torno al fuego y mirando despreocupados a la oscuridad. De vez en cuando se oía balar a una oveja, pero nada más. Pero, espera, qué ha sido eso… ¡ ¡Algo pasaba en un establo y debían ir a verlo! Ahora los pastores estaban alborotados. Estaban de nuevo bien despiertos y con el nivel de adrenalina al máximo. ¡Qué bien, una noticia así en medio de la noche! Eso le alegró el corazón incluso al más deprimido de los pastores.
¿Qué es lo que te entusiasma de la Navidad?
Pero el ángel les dijo: ¡No temáis! pues he aquí os doy buenas nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: ¡Hoy os nació en la ciudad de David un Salvador, que es el Mesías, el Señor! Y esto os será la señal: Hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Y repentinamente, junto con aquel ángel, apareció una multitud del ejército celestial alabando a Dios, y diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz entre los hombres de su elección!
Lucas 2:10-14