A menudo es difícil decir la verdad y amar al mismo tiempo porque podemos ser tomados por lo que no somos. Vivir en amor y verdad es un gran desafío. Cada uno de nosotros es diferente. Algunos tien- den más hacia la armonía, otros hacia el poder. La forma en que nos comunicamos refleja una u otra de estas actitudes.

Dios desea que nos comuniquemos con amabilidad, pero sin que nues- tras palabras pierdan su contenido e intención. Dicho de otro modo, no hay que ocultar la verdad para mantener la paz. Pero asegurémonos, no obstante, de que el amor de Dios brille en lo que decimos.

Igual que se usa la sal para preservar ciertos alimentos, hay que salar la verdad con amor. En la Biblia, el amor y la verdad no se contradicen, a menudo aparecen juntos.

Vuestra conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y debéis saber también cómo contestar a cada uno.

Colosenses 4, 6

¿Tu forma de hablar se ajusta a esto? ¿Hay cambios que deberías hacer? 

Texto de la semana: Efesios 4, 13-16