Yo sufría de ansiedades existenciales. Me perseguían siempre y no me dejaban en paz. Estaba preocupado por mi trabajo, mi economía, mi vivienda, mi comida, mi familia… En ese tiempo, Dios no tenía el primer lugar en mi vida.

La carga de estas preocupaciones se hizo cada vez más pesada, hasta que me aplastó. Estaba teniendo un comportamiento negativo. No podía seguir así. Entonces busqué un consejero con experiencia en ayudar a la gente. Y esta es la estrategia que he puesto en marcha:

• Con la oración, traigo mis preocupaciones a Dios, como enseña la Biblia.
• Renuevo siempre mi fe en Jesús y acepto su ayuda.
• Cuando las preocupaciones me asaltan, las rechazo.
• Me aferro firmemente a las promesas de la Biblia.

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar

Mateo 11,28

Habla abiertamente con Jesús como amigo y dale la oportunidad de intervenir. Medita en oración sobre el texto de esta semana.

Texto de la semana: Mateo 6, 24-34

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