Menospreciados por la gente, escogidos por Dios. Mientras los pastores seguían sin comprender el significado de las palabras del ángel (ver el texto de ayer), los cielos se abrieron y fueron testigos de una celebración celestial.
Una multitud de ángeles cantaba:
«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad.«
Lucas 2:14
Paz para todos en la tierra. Todos lo deseamos y, sin embargo, nos parece tan inalcanzable. La noche en que nació Jesús, se abrieron los cielos. Dios vino a la tierra y se hizo hombre. No le importó humillarse para hacer posible que tuviéramos acceso a él.
Dios no se encuentra lejos, sino que se acerca a nosotros hoy, tal como lo hizo entonces, en medio de nuestra condición humana, nuestra necesidad y desamparo. Ha venido a la tierra para encontrarse con nosotros y mirarnos a los ojos.
Dios desea de todo corazón estar contigo y traer paz a tu vida. No sólo paz exterior, sino la paz completa y profunda que encontrarás en tu relación con Él. La paz en la tierra comienza en nuestros corazones.
¿Has encontrado ya esta paz en tu corazón?
Texto bíblico: Lucas 2:1-13