Oro por mi familia
19. enero. 25

He crecido en una familia cristiana donde he podido experimentar los resultados de la oración. En la empresa de mi padre trabajaban unos 50 empleados que percibían un salario mensual. Debido a la enorme competencia de Extremo Oriente y a la creciente presión de los minoristas, la empresa se encontró de pronto en números rojos. Todas las noches orábamos juntos para pedir la ayuda de Dios. 

Poco después, mi padre recibió inesperadamente una oferta para vender la empresa. Era la respuesta de Dios y así evitó la quiebra.

Desde entonces han pasado 55 años y he experimentado muchos más milagros con Dios. Merece la pena hablar con Dios de nuestros problemas en situaciones difíciles. A veces no ocurre nada de inmediato. Pero Dios escucha nuestras oraciones y actúa de la manera que es mejor para nosotros.

Pedid, y se os dará; buscad, y encontraréis; llamad, y se os abrirá.

Mateo 7:7

Yo pido por mi familia, mi trabajo, mis amigos. Tú también puedes hablar de todo con Dios, tal y como lo harías con un amigo. Pruébalo.

Texto de la semana: Mateo 7:7-12

Riesgos de incendio

En octubre de 2013, la sequía era preocupante en nuestra región. La hierba estaba marrón y seca,...

  • 19. julio 2020

Alegría motivadora

La noche había llegado y los pastores estaban impacientes por ver lo que les anunciaban los...

  • 24. diciembre 2022

En busca de vivienda

Todos nos mudamos varias veces en nuestras vidas. A muchos es el trabajo profesional el que los...

  • 30. octubre 2022

Hast du Fragen?

Über die Inhalte oder über eine persönliche Beziehung zu Gott? Nimm Kontakt mit uns auf. Deine Angaben werden absolut vertraulich behandelt.