Seleccionar página
La Luz del Mundo

La Luz del Mundo

Reinaba una gran indignación entre los religiosos. Jesús, nacido en un establo, afirmaba ser, como maestro adulto, la luz del mundo. No una luz cualquiera, sino la luz del mundo entero. Si la élite instruida hubiera releído con atención sus Escrituras, habría visto que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo estaban presentes ya en la creación. El profeta Isaías había anunciado esta luz con siglos de antelación y «la luz del mundo» devolvía públicamente la vista a los ciegos.

Sin duda, Jesús es ni más ni menos que la luz del mundo entero. Nadie más que Él ha hecho semejantes milagros. Incluso resucitó muertos y él mismo se levantó de entre los muertos al tercer día tras su crucifixión. Con ello, demostró que había vencido a la muerte. Esta fue la prueba definitiva: ¡Yo soy la Luz del mundo!

Jesús dice en Juan 8:12: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.».

¿Qué opinas de «la Luz del mundo»?

Luz para orientarse

Luz para orientarse

Todos conocemos a alguien ciego. Se orienta con un bastón o va con un perro adiestrado. Con esas ayudas, los ciegos pueden orientarse un poco mejor en el día a día.

Jesús devolvió la vista a muchas personas. Así demostró de manera impresionante que él es la luz del mundo. No se limitó a decirlo, sino que lo demostró. Nunca nadie había dado la vista a ciegos de nacimiento.

Jesús dice en Juan 8:12: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.».

En medio de la oscuridad, gracias a la luz del mundo tenemos una nueva orientación y sentido en la vida.

¿Qué te parece lo que Jesús te ofrece?

Luz en la oscuridad

Luz en la oscuridad

Corres a comprar pan y queso antes de que cierren y, de repente, se va la luz, así, sin más, todo a oscuras. Los clientes se irritan, los aparatos de refrigeración y las cajas registradoras no funcionan. Qué situación más rara, sin luz, sin compras, sin orientación. Algunos encienden sus móviles como locos, pero eso tampoco sirve de nada.

La Biblia dice que las personas que no tienen una relación con Dios son como un pueblo que camina en la oscuridad. La Biblia llama a Jesús la luz del mundo. Sin él, las cosas esenciales de la vida se quedan a oscuras y ocultas. Muchos quieren vivir sin su Creador, pero viven pasando por alto lo más importante. Sin Jesús, nuestro espíritu está sin luz y, por lo tanto, muerto.

Isaías dice en el capítulo 9, versículo 2, pensando en Jesús: «El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido.

¿Qué es para ti la luz que brilla en la oscuridad?