por Godloves.me | 7. julio 2024
Todos me criticaban y me evitaban, era la oveja negra a los ojos del equipo y de la dirección. Aparentemente era culpa mía que las cosas hubieran llegado a este punto… Imagina el ambiente… Tenía miedo de lo que la gente dijera de mí.
Hablar a espaldas del otro es más fácil que hablar con él. Los conflictos se complican y se enredan hasta ser irresolubles.
Yo estaba triste, pero elegí el camino del perdón y la paz. De pronto, recuperé la serenidad. ¡Y qué liberación!
Hace falta mucho valor para oponerse al temor a los demás y depositar tu confianza en Dios. El Padre Nuestro contiene este ruego: «Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores». El perdón y la reconciliación los obtenemos con Dios. Luego Él nos da el valor y la fuerza para pedir perdón a nuestros semejantes. De este modo, nuestros corazones hallan alegría y serenidad, y el temor a los hombres se ve obligado a irse. No es una experiencia aislada. Nuestro recorrido por la vida es como un entrenamiento constante para el que necesitamos la ayuda de Dios.
¿Cómo afrontar el miedo a los demás?
Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.
Mateo 7:24
Texto de la semana: Lucas 11:2–4
por Godloves.me | 30. junio 2024
Una multitud entra en el estadio, el «templo del fútbol». Los equipos se sientan en los vestuarios y se ponen las camisetas con los colores del uniforme. Y ¡por fin! – Los equipos corren hacia el «césped sagrado», mientras todo el estadio se pone en pie y levanta al cielo su bufanda de hincha. Todos cantan el himno con fervor: la piel de gallina.
A veces, estos rituales en un partido de fútbol me recuerdan a un servicio religioso, una especie de religión sustitutiva. La gente parece anhelar formar parte de algo más grande. Queremos identificarnos con algo que nos dé sentido. Como si nuestros corazones conocieran algo que permanece oculto a nuestros ojos terrenales.
Por eso los seres humanos tendemos a dar a las cosas creadas un estatus divino. Nuestras vidas, con todos nuestros recursos, se orientan hacia lo que hemos convertido en lo más elevado. De este modo, muchas cosas pueden convertirse para nosotros en una especie de religión.
Adorar a Dios significa darle el lugar más elevado en nuestras vidas. Darle el lugar que se merece. Cuando Dios es el eje en torno al cual gira nuestra vida, el orden, la paz y la alegría llegan a nuestro corazón.
¿Cuál es tu lugar más alto?
Texto bíblico adecuado:
Eclesiastés 3:11-14
por Godloves.me | 30. junio 2024
Menschenmassen strömen ins Stadion – den «Fussball-Tempel». Die Teams sitzen in den Garderoben und ziehen sich die Trikots in den einheitlichen Farben über. Dann endlich! – Die Teams laufen ein, auf den «heiligen Rasen», während das ganze Stadion sich erhebt und den Schal zum Himmel streckt. Alle singen inbrünstig die Hymne – Gänsehaut.
Manchmal erinnern mich diese Rituale eines Fussballspiels an einen Gottesdienst, an eine Art Ersatzreligion. Der Mensch scheint sich danach zu sehnen, Teil von etwas Grösserem zu sein. Er will sich mit etwas identifizieren, das ihm Bedeutung gibt. Als wüsste unser Herz etwas, das unseren irdischen Augen verborgen bleibt.
Wir Menschen neigen also dazu, geschaffenen Dingen einen göttlichen Status zu verleihen. Unser Leben, mit all unseren Ressourcen, richtet sich nach dem, was wir zu unserem Höchsten gemacht haben. So können uns viele Dinge zu einer Art Religion werden.
Gott Anzubeten bedeutet ihm den höchsten Platz in unserem Leben zu geben. Ihm den Platz zu verleihen, der ihm zusteht. Wenn Gott die Achse ist, um die sich unser Leben dreht, kommt Ordnung, Friede und Freude in unser Herz.
Was ist dein Höchstes?
Passender Bibeltext: Prediger 3,11-14
por Godloves.me | 23. junio 2024
Der Fussball schafft es, Menschen aus den unterschiedlichsten Kontinenten, Nationen und Kulturen zu vereinen. Tausende Menschen strömen in diesen Tagen, ausgerüstet mit der Flagge ihrer Nation ins Stadion, um ihre Mannschaft leidenschaftlich anzufeuern. So unterschiedlich die Kulturen, Sitten und Religionen der vielen Menschen auch sind, in den bevorstehenden 90 Minuten fokussieren sich alle vereint auf den Fussball. Alles andere scheint in diesem Moment unwichtig und nebensächlich.
Wenn ich die Menge sehe, in der alt und jung, reich und arm, Frau und Mann gemeinsam voller Enthusiasmus und Emotionen ihre Mannschaft anfeuern, hoffen und jubeln, erinnert mich das an einen Bibeltext im Buch der Offenbarung (Offenbarung 7,9-12).
Dort beschreibt Johannes eine Vision, in der Gott ihm den Himmel zeigte. Er sah eine grosse Menschenmenge, die niemand zählen konnte, aus jeder Nation der Erde. Und sie standen gemeinsam vor Gott und beteten ihn an.
Vor Gott sind wir alle gleich. Unabhängig von unserer Herkunft, unserem Geschlecht oder unserem sozialen Status. Gott lädt dich persönlich ein, Teil dieser vielfältigen und lebendigen Menschenmenge zu sein.
Jesus sagt: «Glaubt an Gott und glaubt an mich! Denn im Haus meines Vaters gibt es viele Wohnungen.»
Johannes 14,1-2
Nimmst du diese Einladung an?
Passender Bibeltext: Offenbarung 7,9-12
por Godloves.me | 23. junio 2024
El fútbol consigue unir a personas de los más diversos continentes, naciones y culturas. En estos días, miles de personas, equipadas con la bandera de su nación, acuden al estadio para animar apasionadamente a su equipo. Por muy diferentes que sean las culturas, costumbres y religiones de tanta gente, todos están concentrados en el fútbol durante los próximos 90 minutos. Todo lo demás parece intrascendente y secundario en este momento.
Cuando veo a la multitud de viejos y jóvenes, ricos y pobres, hombres y mujeres que animan a su equipo con entusiasmo y emoción, me acuerdo de un texto bíblico del Apocalipsis (Apocalipsis 7:9-12).
Allí, Juan describe una visión en la que Dios le mostró el cielo. Vio una gran multitud que nadie podía contar, de todas las naciones de la tierra. Y estaban juntos ante Dios y le adoraban.
Todos somos iguales ante Dios. Independientemente de nuestro origen, nuestro sexo o nuestra condición social. Dios te invita personalmente a formar parte de esta multitud diversa y vibrante.
¿Aceptas esta invitación?
Texto bíblico apropiado:
Apocalipsis 7, 9-12