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El hogar eterno

El hogar eterno

Recuerdo muy bien el momento en que mi mamá me mostró una foto de su querida madre. Acarició la foto y comentó entre lágrimas: “Un día nos volveremos a ver en el cielo maravilloso. ¡Estoy deseando que llegue!».

Cuando recibí la noticia de que mi preciosa mamá había fallecido, me vino inmediatamente a la mente este recuerdo. ¡Mi mamá acaba de llegar al cielo! Ahora por fin podrá abrazar a su madre.

De hecho, sabemos que, si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas.

2 Corintios 5:1

Mi mamá creía en un hogar eterno en el cielo. Eso me da mucho consuelo y una gran expectativa del cielo: ¡yo también volveré a ver a mi mamá!

Lo que crees influye en tu futuro. ¿Conoces la esperanza de la que habla la Biblia?

El rey y su siervo

El rey y su siervo

Un rey tenía un buen siervo. Pero un día este siervo cometió un pequeño error. Entonces el rey ordenó que le echaran a los perros. Aterrorizado, el criado pidió un plazo de diez días. Durante este tiempo, el criado alimentó y cuidó a los perros y se portó muy bien con ellos.

Cuando llegó el día del castigo, fue arrojado a los perros hambrientos, pero estos le lamieron los pies.

El rey estaba furioso. El criado le respondió con calma: «Tus perros no han olvidado que los he cuidado unos pocos días. Tú, rey, en cambio, has despreciado mis años de servicio fiel por un pequeño error». Entonces el rey se sintió avergonzado y dejó libre al criado.

Con qué rapidez juzgamos a las personas por un pequeño error, incluso si ya hemos recibido mucho bien de ellas. ¿Hasta qué punto olvidamos la empatía y juzgamos las palabras y los hechos?

¿Qué aprendemos de esta historia?

Texto bíblico: Mateo 7:1-6

Glaube stärker als der Tod

Glaube stärker als der Tod

Stell dir vor, du bist Martha: Dein Bruder ist seit vier Tagen tot. Die Trauer ist überwältigend, deine Tränen ein bisschen versiegt, der Schmerz bleibt. Dann taucht Jesus auf – der Retter, der Wunder vollbringt. Doch er kommt zu spät,  um deinen Bruder vor dem Tod zu bewahren. Aber dann sagt er zum toten Lazarus, er solle aus dem Grab kommen … und Lazarus kommt aus dem Grab! Er lebt! (siehe Bibeltext)

Jesus wusste, dass dies ein Vorgeschmack auf das war, was noch kommen sollte – den Tod besiegen, für immer. Das Grab wird nicht das letzte Wort haben. Wer an ihn glaubt, wird niemals wirklich sterben.

Die Worte, die Jesus zu Martha, Lazarus Schwester, sprach, gelten auch heute für uns:

«Ich bin die Auferstehung und das Leben; wer an mich glaubt, wird leben, auch wenn er gestorben ist.»

Johannes 11,25–26

Obwohl unsere irdischen Körper sterben, hat Gott mehr auf Lager, als wir je ergründen können.

Martha antwortete: «Ja, Herr, ich glaube, dass du der Christus bist, der Sohn Gottes.»

Johannes 11,27

Glaubst du das auch?

Passender Bibeltext: Johannes 11, 1–44

Ein starkes Fundament

Ein starkes Fundament

Vor kurzem wurde bei uns in der Nähe eine neue Siedlung gebaut. Die riesigen, festen Fundamente der neuen Gebäude beeindruckten mich sehr. Beim Bau eines Hauses ist ein solides Fundament von entscheidender Bedeutung. Ohne ein starkes Fundament würde das gesamte Gebäude schnell instabil werden und Gefahr laufen, einzustürzen.

In der Bibel steht: Das Fundament, das bei euch gelegt wurde, ist Jesus Christus. Niemand kann ein anderes legen.

1. Korinther 3,11

Das Fundament ist nicht nur für den Bau von Häusern wichtig, sondern auch für unser geistliches Leben. Die Bibel lehrt uns, dass wir geschaffen wurden, um in einer Beziehung zu Gott zu leben – ihn zu kennen und zu lieben. Gott als Fundament zu haben, bedeutet, dass unsere Beziehung zu ihm die Grundlage für ein erfülltes und sinnvolles Leben bildet.

Hast du dieses Fundament in deinem Leben?

Passender Bibeltext: 1. Korinther 3,9-17

Quedarse

Quedarse

Vivimos en un mundo acelerado. Todo da vueltas y está en movimiento. Cada día nos bombardean con decenas de informaciones. Estamos constantemente ocupados, y si alguna vez tenemos un pequeño hueco, hay suficientes ofertas atractivas para llenarlo.

Y en la casa del Señor habitaré para siempre.

Salmo 23:6b

En este Salmo, David escribe sobre quedarse en un lugar. Quiere estar con Dios. En un mundo lleno de inestabilidad y muchos cambios, éste es su lugar de refugio. En Dios no hay estrés ni inestabilidad. 

¿Adónde vas en medio de las tormentas de tu vida? Dios te invita a venir a su casa. No se trata de un edificio, sino de entablar una relación con Dios. Allí encontrarás paz, tranquilidad y amor. Con Él puedes aprender a vivir de su paz, en lugar de dejarte arrastrar por tus circunstancias. 

Texto bíblico: Salmo 91