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Luchar con la culpa

Luchar con la culpa

Estoy sentado en el colegio, hay mamparas a mi izquierda y a mi derecha para que no pueda copiar del papel de mi compañero durante el examen. Pero aun así lo intento y escribo rápidamente las soluciones que veo. Sé perfectamente que copiar está prohibido. Es un pecado, porque le he robado las respuestas a mi compañero.

Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace.

Santiago 4:17

Dios es justo, y nos indica aquí en la Biblia cuál es su criterio. Si todos cumplieran lo que dice, no habría injusticia en el mundo. Sin embargo, cuando leemos este pasaje, nos damos cuenta de que somos culpables y pecadores.

Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.

1 Juan 1:9

Dios quiere y puede perdonar el pecado. Significa que borra nuestra culpa y nos libera del pecado. 

Como es lógico, tuve remordimientos de conciencia durante y después del examen. No podía hacer otra cosa que contárselo al profesor. El reconocer mi error me trajo paz, a pesar de que el examen no fue válido. 

¿Qué quieres decirle hoy a Dios? Puedes confiar en que te perdonará en Jesús y restablecerá tu relación con él.

Alles nur ein Spiel?

Alles nur ein Spiel?

Ich platze innerlich fast vor Wut. Schon lange hatte ich mich nicht mehr so stark geärgert wie in diesem Augenblick. Mit einem Dutzend Jugendlichen stand ich auf einem Fussballfeld. Schon den ganzen Tag hatte ich mich auf guten Fussball bei perfekten Wetterbedingungen gefreut. Doch ich realisierte, dass meine Mitspielerinnen und Mitspieler das Fussballspiel gar nicht so ernst nahmen. Regeln wurden ignoriert, Ehrgeiz war nicht vorhanden, und es wurde viel geredet – insgesamt glich das Ganze wohl eher einem Kaffeekränzchen als einem Fussballspiel.
Für ein richtig gutes Fussballspiel ist es wichtig, dass die Grundregeln eingehalten werden und eine gewisse Ernsthaftigkeit vorhanden ist, ansonsten endet das Ganze schnell bei einem Kaffeekränzchen.

Das Fussballspiel ist nicht essentiell. Nicht jeder findet Fussball so toll wie ich – damit muss ich klarkommen. In die Schöpfung sind wir alle eingebunden. Wenn es einen Schöpfer gibt, ist die Frage nach unserem Verhältnis zu ihm absolut relevant. Ich glaube, dass wir kein Zufallsprodukt sind. Ich vertraue darauf, dass Gott die Erde mit all ihren Facetten geschaffen hat – inklusive mich. In einem geordneten Verhältnis zu unserem Schöpfer entspringt ein gelungenes und versöhntes Leben. 

Nach welchen Regeln «spielst» du dein Leben?

Passender Bibeltext: Römer 1,20-23

Unglaublich, aber wahr!

Unglaublich, aber wahr!

Ein Freund erzählte mir eine bemerkenswerte Begebenheit. Als er einmal auf einer Wanderung war, schüttelte vor ihm ein Steinbock den Kopf, als wolle er sagen: «Stopp, geh keinen Schritt weiter!» Genau in diesem Augenblick kam 100 Meter vor meinem Freund eine gewaltige Stein- und Schneelawine herunter. Kannst du diese Geschichte glauben?

In der Bibel lesen wir auch von einem ebenso unglaublichen Ereignis: Jesus, der Sohn Gottes, starb am Kreuz, wurde begraben und ist nach drei Tagen auferstanden, um uns zu retten. Glaubst du das? 

Wir waren bei beiden Ereignissen nicht dabei. Daher erfordert es Vertrauen, daran zu glauben.

Der Glaube ist der tragende Grund für das, was man hofft: Im Vertrauen zeigt sich jetzt schon, was man noch nicht sieht.

Hebräer 11,1

Glauben beginnt damit, Vertrauen in das zu haben, auf das wir hoffen. Jesus verheisst denen, die an ihn glauben, dass sie das ewige Leben haben. Das ist eine Verheissung, die sich erst noch erfüllen muss. Auch hier müssen wir daran glauben, dass Jesus sein Versprechen halten wird.

Nimm dir die Zeit, über deinen eigenen Glauben nachzudenken. Ist dein Glaube von zuversichtlicher Hoffnung erfüllt?

Passender Bibeltext: Römer 8,23-25

¿Desinfectar el corazón?

¿Desinfectar el corazón?

Todos recordamos cómo teníamos que desinfectarnos las manos, los pomos de las puertas, las mesas… para no contagiarnos el virus. Pues bien, tenemos otra infección en nuestras vidas que es aún más mortal que este virus. 

Cuando desinfectamos y limpiamos todo, también deberíamos asegurarnos de limpiar nuestros corazones de odio, racismo e intolerancia. Todos ellos son virus mortales que han traído muerte y sufrimiento a muchísimas personas.

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu.

Salmo 51:10

Nosotros mismos podemos asear nuestro cuerpo. Pero sólo Dios puede limpiar nuestro corazón de las injusticias, la suciedad y el orgullo. Dios puede perdonar la culpa, o como lo llama la Biblia, el pecado.

¿Quieres desinfectar tu corazón del pecado?

Más información en: https://godtime.online

Texto bíblico: Salmo 51

¡Libre de dolor!

¡Libre de dolor!

¡Yo sé lo que es el dolor! ¡Sé lo que es tenerlo todos los días, sentirlo las 24 horas del día! Es un dolor que me oprime por dentro, siento cada latido de mi corazón, cada cambio de clima, cada paso que doy, … ¡siento todo!

¿Sabes de lo que hablo?

Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir.

Apocalipsis 21:4

Un día en el cielo, no habrá más dolor. Dios lo ha prometido. Gracias a esta esperanza y a una mirada hacia el Cielo, el dolor que sufro ahora se hace más soportable. 

¿Cómo puedes llegar a tener esta esperanza?

Texto bíblico:  Apocalipsis 7:9-17